Cuando llegamos a Roma, le permitieron a Pablo existir por su cuenta en una casa, con el soldado que lo vigilaba. Puede aceptar en su correo electrónico de forma gratuita la Homilía dominical, y las reflexiones sobre el Evangelio de cada día. Solo tiene que indicarnos su dirección de email https://evangelio-de-ma-ana17272.idblogz.com/27681727/se-rumorea-zumbido-en-evangelio-segun-san-mateo